Lo primero que debemos hacer es preparar una salsa de tomate natural:

- Pelar los tomates, quitar las pepitas y trocearlos a dados pequeños. - Picar la cebolleta en daditos pequeños y pocharla en una sartén con un poco de aceite de oliva.

- Agregar el tomate y cuando está a medio hacer añadir una pizca de sal, azúcar y orégano. Remover y cocinar durante unos 5 minutos a fuego medio-fuerte (ojo! que no se pegue).

- Colar el caldo del sofrito y reserva por separado el tomate y el caldo.

Agregar el zumo del medio limón al caldo junto con un chorrito de aceite, perejil picado y pimienta. Mover y reservar.

Una vez hecha la salsa y la vinagreta, hay que cortar a láminas finas los ajos y dorarlos en una sartén con un chorrito de aceite. Verter las gulas (pueden ser paquetes con setas), salpimentar, incorporar el vino blanco y cocinar unos minutos con cuidado de no deshacer las gulas.

Ya casi estamos! Ahora toca el tercer paso, la ensalada.

Lavar las hojas de lechuga y cortar en láminas el aguacate y el queso de cabra.

Colocar en dos platos dos moldes cuadrados, poniendo como base el queso, después el aguacate, la lechuga, el sofrito de tomate y como 'guinda' las gulas. Quitar los moldes y agregar un poco de vinagreta por encima.

Listo para comer y dejar impresionados a los invitados ;)

Probé la receta hace un par de meses. Navegando en webs de cocina la ví y la adapté a lo que tenía en la nevera. Puede cambiarse el queso de cabra por patata cocida o incorporar huevo a la vinagreta, como en la original.

Ojo! no poner demasiado queso porque si no puede 'tapar' el sabor de las gulas. Lo mejor: comerla templada.