Se abre el lomo a lo largo de modo que quede como la base de un brazo de gitano. (Os lo pueden hacer en la carnicería) Salpimentarlo y untarlo con huevo batido. Meter el solomillo y cerrar enrollándolo, como el brazo de gitano. Atarlo con un cordel apto para cocinar.

Salpimentar por fuera, envolverlo en harina y dorarlo al horno, 200º. Reducir la temperatura del horno a 180º y añadir las verduras troceadas (la cebolla, la zanahoria y el tomate) y un chorrito de vino, o jerez seco. (Personalmente me gusta más el vino) Asar unos 50 minutos (hay que ir mirándolo porque el tiempo varía según el tamaño de la pieza) Para comprobar que está hecho y que no se queda seco, pincharlo con un palito (de los de hacer pinchos) y si no sale mucho líquido está en su punto.

Para el acompañamiento, mientras se hace el lomo en el horno, doramos las nueces, las almendras y las pasas con un poco de mantequilla. Se retiran y en la misma sartén se pone la piña en rodajas (mejor si es natural) con azucar glacé.

Para presentar, cortar la pieza a rodajas y colocar encima un poco de guarnición, la rodaja de piña cortada por la mitad y los frutos secos y las pasas por encima.

Luce mucho, ¡hay que animarse!

La foto de la receta es lomo a secas, no tuve el valor de ponerme a rellenarlo de solomillo, y quedó muy bueno. Con el solomillo dentro queda más jugoso, pero hay que tener pericia.

La aprendí en un curso de cocina de Navidad y me faltó tiempo para ponerla en práctica!