Primero preparamos el relleno:

Picamos fino la cebolla y el pimiento verde y pochamos en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva virgen. Cuando esté bien pochado añadimos el atún bien escurrido y dos cucharadas de tomate frito. Mezclamos bien a fuego lento durante unos 3 min. Reservamos.

Ponemos una perola con abundante agua y una pizca de sal. Cuando rompa a hervir, metemos una a una nuestras láminas de canelón, removiendo de vez en cuando hasta su cocción. (El tiempo de cocción lo marca el fabricante entre 8 y 10 min). Pasado ese tiempo escurrimos las láminas y las pasamos por agua fría. Después colocamos un trapo limpio sobre la encimera y las vamos colocando.

Rellenamos cada lámina con el relleno y enrollamos. los vamos colocando en una bandeja especial para horno previamente humedecida con agua (esto nos ayuda a la hora de sacar y no se pegará a la fuente)

Seguidamente preparamos la bechamel:

Ponemos en un cazo la mantequilla a calentar. Cuando esté derretida echamos la harina, removemos con unas varillas (a fuego lento) para “freír” la harina, enseguida empezará a formarse como una masa, no pasa nada, vamos echando poco a poco la leche, que irá absorbiendo, y movemos enérgicamente con las varillas. Debemos conseguir una masa homogénea pero no muy ligera. Añadimos un poco de sal y la pimienta. Podemos probarla para saber si el gusto es soso. Es mejor que quede un poco sosa que no salada porque el relleno ya le da mucho sabor.

Cocinaremos la bechamel durante unos 8-10 min. Cuanto más tiempo se trabaje más suelta y rica quedará.

Vertemos la bechamel encima de los canelones repartiendo bien y por último rallamos el queso y se lo echamos por encima.

Ya sólo queda gratinar con el horno previamente calentado a 270 grados en función gratinador durante 2 min. o hasta que se dore la superficie.