Se lavan las patatas y se meten, sin pelar y tapadas, en el microondas para asarlas. El tiempo depende del tamaño de las patatas y del microondas, pero por lo general son unos 4 minutos por cada lado.

Al asar las patatas, en vez de freírlas, reducimos mucho las calorías de la tortilla. Cuando las patatas están asadas, se pelan con cuidado con la ayuda de cubiertos, y se cortan en dados. Se les añade sal.

Se ponen los huevos en una ensasadera con un poco de sal. Se baten bien y se les añaden las patatas.

Ahora la elaboración está más explicada en la receta de carloswes, pero ahí va la mía.

Con la sartén a fuego medio y un poco de aceite se añade la mezcla y se va removiendo poco a poco con una cuchara de madrea para que se vaya cuajando el centro y no se queme.

Cuando ya esté un poco cuajada, se le da la vuelta con la ayuda de un plato. Conviene que el plato sea un poquito más pequeño que la sartén (que se quede un poco encajado) para que no se resbale en el momento clave. Dejar que se cocine un ratito, sin remover esta vez, y volver a dar la vuelta hasta que veamos que está bien cuajada.

Se le puede añadir cebolla a la tortilla, pero ¡ojo! asada también para no aumentar las calorías a la tortilla.

Otra manera de disfrutar la tortilla, ¡animaos que sale muy buena!

Siempre me ha dado pereza lo de freir patatas, por el empastre de aceite que monto, y cuando me dieron la idea me pareció tan limpio todo que me aficioné a esta versión.

El truco está en asar las patatas en el microondas en vez de hervirlas en agua. La primera vez que la hice tenía mis reparos, "¡tortilla de patata light! qué desastre", pensé, pero me sorprendió mucho que no se nota la diferencia cuando le coges el punto al asado de las patatas.