Tiempo: 45'
Dificultad: fácil
4 personas
Estilo: española
Cortamos a trocitos lo más pequeños posibles la cebolla y la ponemos a pochar. Bien de aceite en la sartén, sal y la cebolla a fuego medio. Es importante taparla para que no pierda el agua. Si véis que se empieza a tostar, bajarle un poco el fuego y echarle una cucharada de agua a la sartén (sí, suena raro pero la falta de agua es lo que le hace quemarse).
Mientras tanto, vamos pelando las patatas. ¿Cuántas? Pues depende un poco del tamaño. Las cantidades son para 5 patatas medianas tirando a pequeñas. Si son patatones, pues coger 3 o así...
Con las patatas peladas, las pasamos por agua y las vamos troceando. Aquí cada uno tiene su método, yo prefiero hacerlo desgarrando los trozos con el cuchillo. Cortándo y haciendo crujir la patata, sin utilizar una tabla vaya, directamente con la mano. Que no salgan trozos muy grandotes.
Ponemos la patata a pochar con la cebolla, tapada unos 20 minutos moviendo de vez en cuando. Le echamos un poco más de sal. Cuando la patata ya esté blanda (que puedas partirla con el tenedor fácilmente) escurrimos la patata y la quitamos de la sartén.
En un bol batimos enérgicamente los huevos, bien batidos. Un poco más de sal y vertemos la patata con la cebolla pocahada. Removemos bien en el bol toda la mezcla para que se compacte.
Dependiendo de la altura que queramos darle a la tortilla, cogeremos una sartén más pequeña o más grande. Es importante que sea buena y que no se pegue. Si utilizamos la misma sartén donde hemos pochado la patata y la cebolla, quitamos el aceite sobrante y vertemos directamente la mezcla. El fuego lo dejamos a un nivel suave (nivel 3 de 9).
Dejamos que se cuaje el huevo despacio, revisando y levantando los laterales para comprobar cuándo está lista para darle la vuelta. (ahora viene lo peligroso...) No seáis muy ansiosos que como esté poco cuajada, al darle la vuelta se romperá.
Cogemos un plato, lo colocamos encima de la sartén y con las dos manos alehop! le damos la vuelta. Colocamos la sartén en el fuego otra vez y poco a poco con delicadeza echamos la tortilla dentro, sin romper los bores. Nos podemos ayudar de una lengua, es lo más cómodo.
Dejamos más rato que el anterior para que se cuaje bien por la otra cara. Ahora ya depende de vuestros gustos cuándo sacarla. Si queréis un interior más cremoso y sin hacer, se puede retirar antes. Si os gusta que esté bien echa por dentro, mejor darle una vuelta más.
Y a disfrutarla!
La tortilla de patata es muy mítica y la verdad parece que la gente le tiene miedo a cocinarla. ¿Por qué? Es muy sencilla y siempre sale bien. La única dificultad es darle la vuelta pero con tranquilidad y maña, uno coge experiencia para las siguientes veces.
Conozco otras recetas que para cuajar el huevo lo hacen a fuego fuerte, yo la verdad prefiero hacerlo lentamente, se controla mejor los tiempos.
Reconozco que me animé a hacerla gracias a mi hermana, y no hace mucho tiempo. Así que a su salud, aquí tenéis la receta.
Tiempo: 1h
Dificultad: media
Personas: 4 pers
Estilo: española
Tiempo: 30'
Dificultad: fácil
Personas: 4 pers
Estilo: española
Tiempo: 45'
Dificultad: fácil
Personas: 2 pers
Estilo: española
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