Tiempo: 30'
Dificultad: fácil
2 personas
Estilo: vegetariana y vegana
Lava los calabacines.
Pela un poquitín la piel (déjalo como a rayas)
Córtalos en trozos (1 cm de grosor suficiente)
Pon los trozos en la olla a presión.
Yo utilizo el cesto de cocer al vapor, de manera que es más fácil escurrir después y no se pega el calabacín a la base de la olla.
Pon la pastilla de caldo en un vaso de agua y caliéntalo 1 min en el micro.
Revuelve y deshaz la pastilla en el propio vaso, después échalo todo a la olla. Echa medio vasito más de agua (el calabacín suelta mucha agua y no será necesaria más).
Pon la olla al fuego fuerte.
Cuando el pitorrico sube hasta la segunda rayita: baja el fuego a menos de la mitad de fuerza, y calcula 5 min.
Enfría la olla hasta que baje el pitorro del todo antes de abrir.
Separa el calabacín del caldo (yo lo reservo en un bol).
Vuelve a echar el calabacín a la olla; así mantenemos el calor.
Echa la mitad del caldo que hemos reservado, la nata, el quesito, la mantequilla y la sal.
Bátelo hasta que quede fino.
Según la textura que desees, puedes echar más o menos caldo.
El resto puedes reservarlo para hacer arroz, sopa...
Es de los primeros platos que aprendí a cocinar (prueba-error) cuando empecé a vivir sola.
Es super super sencillísimo, y siempre sale muy bueno.
Como decoración una vez servido puedes echar un chorrito de aceite y un toque de sal de maldon.
¡Tengo una amiga que dice que la mía es la mejor crema de calabacín!
Tiempo: 30'
Dificultad: fácil
Personas: 3 pers
Estilo: vegetariana y vegana
Tiempo: 30'
Dificultad: fácil
Personas: 2 pers
Estilo: española
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