Para esta receta puedes utilizar diferentes partes del cordero cortadas en trozos. Yo suelo hacerla con falda de cordero, que es la tradicional. Tiene más grasa y tiene mucho sabor, aunque también puedes acabar un poco harto de limpiar huesos. Otra opción, que es la que muestran las fotos, es utilizar una pata de cordero que te hayan troceado en la carnicería, o una mezcla de ambos.

En un puchero se pone un chorrito de aceite de oliva y se pone al fuego. Se echa el cordero troceado junto a dos dientes de ajo sin pelar. Se le da vueltas durante un rato para que se fría bien pero sin pasarnos para que no quede duro. Hay que tener en cuenta que luego vamos a ponerlo a cocer junto al arroz, por lo que no importa si no está hecha del todo. Cuando esté listo retiramos el cordero. Puedes aprovechar a retirar los dientes de ajo si no quieres encontrártelos luego.

En el mismo puchero ponemos a pochar la cebolla y los pimientos cortados en brunoise con un poco de sal. Cuando esté listo echamos el arroz al puchero con un poco más de aceite si hace falta y le damos unas vueltas para que se fría.

A continuación echamos el cordero, las verduras, el agua y un poco de sal. Ponemos a fuego fuerte durante 5 minutos y a fuego medio durante 10-12 minutos. Si en algún momento vemos que se queda sin agua podemos echarle un poco más. Cuando esté listo retiramos del fuego y dejamos reposar 5 minutos.

Este plato es contundente y suele tomarse como plato único. Es ideal para tomar en invierno cuando hace frío.