Ponemos en un caldero a calentar agua con un poco de sal y los huevos de codorniz. Se mantienen al fuego 5 minutos más desde que el agua hierve.

Se enfrían con agua y se pelan. Se reservan.

Lavamos el conejo. Limpiamos bien. Cortamos separando las extremidades y el tronco que partiremos en trozos. Se puede dejar la cabeza, sobre todo si gusta (como a mí...).

Se pone la mayor parte del aceite en una sartén honda. Calentamos. Introducimos los trozos de conejo y los marcamos. Separamos del fuego.

Añadimos el aceite restante, el vinagre y la sal. Colocamos otra vez, pero a fuego muy suave.

Al mismo tiempo, lavamos las papas. Pelamos y cortamos en trozos. Introducimos en una bolsa de plástico de esas que ahora nos cobran en los supermercados. (Mejor usar una no utilizada). Salpicamos con agua. Cerramos. Introducimos en el microondas 9 minutos.

Cuidado al sacar y abrir la bolsa que se ha hinchado mucho, el vapor quema.

Sacamos las papas a un bol y escachamos añadiéndole sal, la mantequilla y la nuez moscada.

Cuando tengamos una crema, colocamos en una maga pastelera y hacemos unos suspiros huecos. Dos por comensal uno grande y uno pequeño.

Ponemos en el horno en la posición de gratinar y le damos un golpe de calor para que adquieran color.

Sacamos con mucho cuidadito y le ponemos la zanahoria rayada y los huevos de codorniz y espolvoreamos con el perejil y un na´ de canela.

Sacamos el conejo de la sartén.

Emplatamos poniendo la parte del conejo que más guste a cada comensal, y los nidos con sus huevos...

Receta de fin de semana para amistades.

Se mezclan formas de cocinar.

¡Siempre sorprende!