Tiempo: 15'
Dificultad: fácil
8 personas
Estilo: italiana
INGREDIENTES
2 huevos
2 cucharadas de azúcar
1 cucharada de manteca blanda
1/4 taza de coñac o licor a gusto
1 cucharada de ralladura de naranja
1 cucharada de ralladura de limón
1 y 1/2 taza de leche
Harina cantidad necesaria (000) (3 ceros o la que se tenga disponible)
Pizca de sal
Aceite para cocinarlos
PREPARACION
Poner en un bol los huevos, mezclarlos un poco y agregarle el azúcar.
Mezclar nuevamente y agregar la manteca, el coñac, la ralladura de naranja y limón.
Ir incorporando la leche intercalando con la harina hasta formar una masa que tenga la consistencia suficiente como para poder estirarla.
Por eso la cantidad de harina es relativa.
Dejarla descansar durante media hora tapada con un paño seco.
Luego tomar un trozo de la masa y comenzar a estirarla con el palote hasta que quede bien fina casi transparente.
Ayudándose con un poco de harina.
Para facilitar el estirado conviene tomar trozos de masa e ir estirándola por partes.
Cortar en forma de rombo con la rueda dentada.
Poner una cacerola chica con bordes altos abundante aceite y llevar al fuego hasta que esté caliente pero no hirviendo.
Ir poniendo de a poco los grostolis los que se cocinarán rápidamente al ser tan finos. Ponerlos sobre papel abosorbente y espolvorearlos con azúcar.
Se pueden guardar en cajas herméticas hasta 15 días.
Es una receta muy simple pero muchos dicen que donde la simplicidad está presente se encuentra lo más bello o lo más rico o lo más disfrutable. Es una receta que viene de familia, de padres y abuelos italianos que nos fueron trasmitiendo del norte de Italia, más particularmente de Schio que se encuentra en la provincia de Vicenza. Se puede acompañar con un té, un chocolate, un café o un simple café con leche.
Es muy económica y rendidora y guardada en un envase hermético dura muchos días. El secreto radica en estirar la masa bien fina, lo más posible y en contacto con el aceite caliente se forma una película crocante que invade todos nuestro sentido gustativo e inmediatamente estiramos nuestra mano para tomar otro, y otro y otro.... Mientras masticamos esta delicia se sienten los sonidos que hace en nuestra boca lo crocante de esta masa igualándose al sonido de la lluvia. Son recuerdos tan gratos que no nos podemos permitir no divulgarlos ya que forma parte de la historia de cada región.
Tiempo: 30'
Dificultad: fácil
Personas: 8 pers
Estilo: española
Tiempo: 1h
Dificultad: fácil
Personas: 10 pers
Estilo: española
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