Pesamos los 4 huevos (los huevos medianos pesan 50 gr cada uno aproximadamente).

El resto de medidas las basamos en función del peso de los huevos (calculado como si pesaran 200 gr).

1. Batimos con unas varillas durante unos minutos los huevos hasta que se monten un poco (mejor con batidora).

2. Añadimos el azúcar, el azúcar de vainilla, unos toques de canela (al gusto), un poco de sal y la leche.

3. Integramos todos los ingredientes, añadimos el aceite de oliva y seguimos batiendo hasta que quede integrado.

4. Con la ayuda de un colador, tamizamos poco a poco la harina y la levadura hasta que quede completamente integrado.

5. Preparamos los moldes para las magdalenas. Podemos usar de papel o de silicona, pero os recomiendo que los metáis dentro de un molde de metal, bien sea un molde para muffins o una flanera.

6. Llenamos los moldes hasta las 3/4 partes.

7. Dejamos reposar 30 minutos las magdalenas en el frigorífico (en los moldes)

8. Antes de hornear, espolvoreamos un poco de azúcar en un lateral de cada magdalena.

9. Pre calentar el horno a 250º. Meter las magdalenas, bajar la temperatura a 220º y hornear durante 15 minutos aproximadamente.

Me he inspirado en la receta "magdalenas de naranja" del libro de "webos fritos", pero cambiando las naranjas por leche y canela jeje.

Es muy importante dejar reposar las magdalenas en el frigorífico, ayuda mucho a que suban.

También es muy importante para que suban el horno y el molde.

Después de muchas pruebas, lo que mejor me ha resultado a mi es poner el horno en modo aire (tengo un horno muy normal), pero si tenéis mejor horno podéis ponerla en repostería, o calor por abajo.

Cada vez que compro flanes, guardo el envase, y lo uso de molde, metiendo dentro el papel o la silicona con la masa de la magdalenda dentro.

Es lo que mejor me ha resultado (y lo más económico) para que suban.