Este plato de pasta es para no complicarse la cabeza y perfectamente compatible con un día de piscina, playita o cañas con amigos, vamos, que se hace en un plis plas que es lo que nos apetece en estas fechas.

Lo primero, como siempre, poner un cazo con agua abundante y sal hasta llegar a ebullición.

Mientras, para ganar tiempo, ponemos a calentar a fuego medio una sartén mediana, con una par de cucharadas de aceite, y le agregamos rápidamente el tomate frito (los de brick van muy bien).

Incorporamos al tomate dos latas de atún en aceite o natural (escurridas y desmigando) y mezclamos y dejamos que se atempere todo junto.

En cuanto el agua (con sal) hierva, añadir la pasta y remover ligeramente. Cocer el tiempo que indica el fabricante en el envase. Escurrir después la pasta (no es necesario refrescar debajo del grifo) y añadirla a la sartén junto con el tomate y el atún y remover bien todo.

Añadir unos cuantos guisantes y rectificar de sal. Es el momento de añadir las especias que más te gusten, en la medida que desees (le va muy bien la pimienta recién molida, la albahaca y un poco de nuez moscada).

Cocina durante unos cinco minutos y a servir (si quieres darle cierto tono tostadillo, tipo horno, sube el fuego y remueve menos).

¡Y listo!. Sirve y deja atemperar, sin prisas, incluso a temperatura ambiente pasadas unas horas están estupendos (ideales para llevar en la nevera).

Consejo: si calentitos les añades un poco de queso manchego curado rallado, increíbles.

¡A disfrutar!

Sería muy pretencioso afirmar que es una receta propia, simplemente es una versión de los clásicos macarrones con atún de nuestras madres.