Para empezar, nos hacemos con el cardo, bien en la huerta, en el mercadillo o en el super. Puede ser crudo o cocido, más adelante explico la diferencia.

Para limpiar un cardo crudo, es necesario trocearlo y pelarlo con la ayuda de un cuchillo pequeño. Se trata de retirar las fibras que cubren ambas caras de las hojas. Una vez limpio, se pone en un bol con agua y el zumo de medio limón, que evita que se oxide.

Una vez lo tenemos bien limpio, se pone a cocer en la olla a presión, con agua y el zumo de otro medio limón. Como todas las verduras, hay que echarlo al agua con el agua hirviendo, y poco a poco, sin que deje de hervir el agua. Cuando suba la válvula, calculamos unos 45-50 minutos. Mas vale que sobre que no que falte!

Para preparar la bechamel, se pone a dorar el ajo en un cazo pequeño con un poco de aceite de oliva. Cuando este medio dorado, se añade el jamón en trozos pequeños o en taquitos y la pastilla de caldo. Se frie un poco y se añade una cucharada sopera no colmatada de harina. Se cocina un poco la harina en el fuego y poco a poco se va vertiendo la leche. Poco a poco, se ira formando una crema cada vez más líquida, hasta que parezca una salsa.

Se escurre el agua del cardo, se pone en un bol y se vierte la bechamel por encima. Listo para comer.

Se puede preparar esta receta con cardo cocido embotado. Para ello, solo es necesario preparar la bechamel y calentar el cardo escurrido. El tiempo de preparación se reduce hasta los 10 minutos.

Asimismo, también se puede sustituir el jamón por tacos de bacon, dandole un toque my particular ahumado.

Receta típica en la cocina navarra, formando parte de la cena de nochebuena en casa de muchas familias.

Un cardo de tamaño medio puede ser para 4 personas. El bote es perfecto para 2 personas.