Pedimos al pescadero que nos prepare el pescado para hacerlo a la sal. En caso de que no nos corresponda, nos ocupamos en eviscerarlo tratando de romper lo menos posible la piel de la zona. Debemos limpiar bien la pleura: Esa telilla negra que rodea todas las vísceras y que las separa de la parte de la espina central y la carne. Quitaremos con cuidado las agallas.Para esta manera de cocinar nunca limpiaremos de escamas. En caso de que se nos rompa mucho la piel, podremos intentar hacer con papel de aluminio como un forro interior.

En esa cavidad que ha quedado podemos poner alguna hierba aromática de nuestro gusto. Eso dará al pesado un sabor familiar.

Una vez el pesado limpio, ponemos en una bandeja o en la bandeja del horno papel vegetal adecuado. Pondremos una cama de sal de un centímetro aproximadamente.

Colocamos el pesado encima y cubrimos con otra capa de sal del mismo grosor por encima. Es imprescindible que todo el pescado quede cubierto.

Dejamos cocinar como 1 hora y 20 minutos a 200ºC en la parte más alta posible del horno y con los dos fuegos encendidos o el turbo. Sabremos que está cocinado cuando la sal haya formado una costra dura.

Retiramos la sal y emplatamos sirviendo una parte a cada comensal.

Normalmente el pescado queda soso. Se recomienda algún tipo de salsa al gusto o sal ahumada.

Cuando falten treinta minutos para que acabe el proceso del pescado, en un caldero ponemos las papas, bien lavadas pero con piel en agua que supere cubrirlas.

Dejamos que se cocine 25 minutos a fuego alto.

Comprobamos que están tiernas con un tenedor y añadimos la sal.

Sobre el fuego, sin agua removemos por las asas el caldero y nos aseguramos de que las papas han cogido los granos que nos apetezca que tengan

Añadimos la mantequilla y removemos también

Cortamos por el centro y las colocamos en el plato.

Añadimos