Lavamos los ingredientes. Yo uso verduras ecológicas, así que un simple aclarado bajo el grifo es suficiente.

Cortamos el pimiento en cuatro partes y retiramos las pepitas. Pelamos las zanahorias y el jengibre. El pimiento picante puede licuarse tal cual, con semillas y todo :)

Comenzamos licuando los ingredientes más blandos y acabamos por los más duros: empezamos con el pimiento y y finalizamos con las zanahorias.

¡A disfrutar!

El zumo de zanahoria, junto con el de manzana, es un comodín que empleo en todos mis licuados (excepto en los de tomate). Zanahoria o manzana, todo depende del color y de la mezcla de sabores que se obtiene. En este caso, ¡la zanahoria va genial! Es, además, muy rica en betacaroteno, que el hígado se encarga de transformar en vitamina A: anticancerígena, antioxidante, fortalece el sistema inmunitario, es buena para la vista y la piel…

El pimiento rojo posee una importante cantidad de betacaroteno y también vitamina C. Por su contenido en silicio reduce la inflamación de los tendones y fortalece piel, cabello y uñas.

El jengibre evita los problemas digestivos, las náuseas, las ganas de vomitar y es antibacteriano. Si te mareas viajando, es un buen remedio natural.

El resultado: una auténtica puesta de sol en tu vaso. Y es que la comida, en un primer momento, entra por los ojos, ¡pero además está delicioso! Este licuado tiene un agradable sabor dulce y un toque picante que me encanta. Más o menos jengibre y pimiento picante, según tus gustos personales, y tendrás el licuado perfecto :)

Aquí te cuento las ventajas de incluir licuados en tu dieta: lagatachristie.com/los-licuados-de-verduras-y-hortalizas-fuente-de-n