Lavamos los ingredientes. Yo uso verduras ecológicas, así que un simple aclarado bajo el grifo es suficiente.

Cortamos cada pieza en trozos pequeños, el pimiento en tres partes, la manzana en cuartos. Retiramos las pepitas del pimiento y el rabo de la manzana, pero no el tronco del brócoli, que tiene zumo. Compruébalo ;)

Comenzamos licuando los ingredientes más blandos y acabamos por los más duros: empezamos con el pimiento y el brócoli y finalizamos con la manzana.

¡A disfrutar!

Este cóctel de micronutrientes es, además de sano, delicioso. Si eres nuevo en esto de los licuados de verduras, ya ves que he escogido un zumo que incorpora una fruta, la manzana, para que te vayas acostumbrando poco a poco. También puedes utilizar medio pimiento, un trocito de brócoli y dos o tres manzanas, si te resulta demasiado fuerte.

El brócoli posee una elevada concentración de betacaroteno, que es un antioxidante y poderoso agente anticancerígeno, lo que lo convierte en una de las mejores opciones a la hora de comer hortalizas o preparar licuados. Destaca su contenido en vitaminas B1 y C y en selenio, un oligoelemento que previene el cáncer y protege contra enfermedades cardiacas e inflamatorias, como la artritis. También contiene calcio, azufre y potasio.

El pimiento, aunque en esta ocasión es verde, posee una importante cantidad de betacaroteno y también vitamina C. Por su contenido en silicio reduce la inflamación de los tendones y fortalece piel, cabello y uñas.

El jengibre evita los problemas digestivos, las náuseas, las ganas de vomitar y es antibacteriano. Si te mareas viajando, es un buen remedio natural.

La manzana… «Una manzana al día mantiene alejado al médico.» Y no diré más ;)