En una sartén derretimos DOS cucharadas de mantequilla (el resto es para la bechamel), y freimos la cebolla, el apio, las zanahorias y el pimiento verde si decidimos ponerlo. Si se queda corta la mantequilla, añadimos aceite de oliva.

Cuando la cebolla cambie de color, añadimos la carne picada y salpimentamos. Cuando la carne esté un poco cocinada (que no esté roja) añadimos el tomate triturado y dejamos cocinar a fuego lento durante 35 minutos.

Durante este tiempo aprovechamos para hacer las placas de canelones (según indica el fabricante) y hacemos la bechamel. Para ello calentamos la mantequilla en un cazo y echamos la harina para que se fría, moviendo con unas varillas. Esto es importante para que luego la bechamel no sepa a harina. Se hará una masa, pero es normal. Se va añadiendo la leche poco a poco. La bechamel la va absorbiendo y se vuelve a hacer una masa, hasta que ya queda como una salsa. Se añade sal y pimienta y la probamos a ver qué tal está de sabor. Cocinamos 8 ó 10 minutos.

Ahora queda montar la receta. Se pone una cama de bechamel en una fuente apta para el horno, para que no se peguen los canelones. Se pone un poco de relleno en el centro del canelón, se enrolla y se coloca en la fuente. Se cubre con bechamel, se pone queso por encima y se gratina.

¡Buen provecho!

La explicación de la bechamel está sacada de la receta de Beatriz, canelones de atún, de esta misma web. Me pareció tan estupenda que la he copiado. ¡Gracias Beatriz!